Cerámica
antropomorfa
Este
tipo de cerámica aparece bastante tarde (cuando el animal pierde su
importancia sagrada y que el ser humano se vuelve más importante)
pero la más importante, y la más conocida, de las cerámicas de la
cultura Quimbaya. Hay que decir que la esquematización anatómica es
muy impresionante porque con raya simple, que definen los ojos y la
boca, lograban mostrar una gran diversidad de las rasgos humanos.
Gracias a cierta de estas figurinas se puede deducir los tipos de
trajes llevados en la época, y podemos adivinar los conceptos de
belleza y de estética de este pueblo.
Las
primeras representaciones son bastante brutas pero haga en una
arcilla muy bien seleccionada. El acabo es muy rústico pero los
colores muy variados. La cabeza es la parte la más trabajada,
posiblemente porque es la parte pensante del ser humano. El cuerpo es
redondo en general y los brazos y piernas (cuando son presentes) son
apenas esbozados. Más tarde las proporciones anatómicas se
precisan, son más armónicas y más efectivas. Las rasgos de las
figuras son más personales y los brazos y las piernas son mejor
modelados. Más tarde aparecen diferentes formas, diferentes
posiciones.
Los
Caciques gazofilacios
El
término gazofilacio engloba todas las figuras que presentan una
apertura encima de la cabeza, lo que significa la gran mayoría de
las cerámicas antropomorfas. Podemos ver sobre piezas un tipo de
diadema hecho de pequeños huecos en los cuales seguramente fueron
insertadas plumas. Ciertos científicos piensan que servían sobre
todo como recipientes para dejar ofrendas o que desempeñaban una
función en los rituales.
Las
figurillas sedentes
Existen
dos tipos de figurillas sedentes: las que son sentadas sobre bancos y
las que son sentadas sobre el suelo, en posición de loto.
Las
primeras, las más raras, representan siempre a un personaje
masculino, llevando la mayoría de las veces una diadema, como aquel
del que ya hablamos, y un nariguera torsal. Pensamos que se trata de
representaciones de los caciques porque son ricamente ornamentados y
muestran una postura digna y autoritaria.
Los
segundos pueden representar a hombres, mujeres o ser de un género no
determina. En este caso también los hombres llevan la mayoría de
las veces una diadema y un nariguera torsal. Son hechos en general
con paredes finas pero muy resistentes, con un pulido magnífico y
pintados por colores diversos.
Las
figurillas « retablos »
Son
figurillas hechas una placa de arcilla muy compacta y rectangular con
una marca para representar el cuello. Son en general muy pesado. Las
rasgos de la cara son hechas de incisiones profundas, los brazos y
las piernas son redondos. Algunos llevan a un niño, cuya cara tiene
los mismos rasgos que los suyos, sobre el hombro o en los brazos.
Existen en todas las tallas, hasta 50cm.
Cerámica
patológica
Los
ejemplares de este último tipo de figurilla antropomórfica primero
estuvieron considerados como piezas mal confeccionadas antes de que
se dé cuenta que se trata de representaciones de enfermedades
diversas. Esto ayuda para hacer una historia de las enfermedades con
el fin de comprenderlos mejor pero desgraciadamente no podemos saber
para cuales enfermedades este pueblo tenía remedios, los cuales no
podía curar, etc... Así podemos encontrar figurillas que muestran
hermanos siamés, hermafroditas y muchos de otros.
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