vendredi 14 décembre 2012

Ubicacion geográfica
El territorio correspondiente a la cultura Quimbaya se situaba al norte de la región actual del valle del Cauca hasta el sur del departamento del Caldas, el oriente del departamento del Quindío, el sur del departamento del Risaralda y el occidente del departamento Choco. Fue delimitado por el rio Cauca, al oeste, y la alta cordillera central al este. Pero podemos reducirle este territorio a un centro cultural que se sitúa entre los municipios de Calarca, Armenia, Montenegro, Quimbaya y Filandia, porque están allí que fueron descubiertos los principales yacimientos arqueológicos vinculados a esta cultura.

Fuente de la mapa : http://cl.kalipedia.com/historia-colombia/tema/cultura-quimbaya.html?x=20080729klphishco_18.Kes
Generalidades históricas y sociales
El término Quimbaya, proviniendo al principio del nombre de la etnia que ocupaba este territorio en el momento de la llegada de los conquistadores, es utilizado la mayoría de las veces para hablar de todos los yacimientos arqueológicos que han sido encontrados en esta región, es por eso que pues es más fácil hoy hablar de cultura Quimbaya que de pueblo Quimbaya
Existen pocos datos sobre los Quimbayas anteriores a la conquista, esto es debió en parte al hecho que estos sitios tenían, para la inmensa mayoría, desgraciadamente como sido objeto de excavaciones ilegales y los guaqueros que no tenían mucho interés para la cerámica, buscando más bien objetos de oro, quebrantaron muchos de sus hallazgos "poco rentables".
Este territorio estuvo habitado desde más de 10 000 años, pero es en 500 a.C. que la agricultura hizo su aparición siguió de cerca, en 100 d.C. por el trabajo del oro, la especialidad mas reconocida de la región. En cuanto a la cerámica, aparecida con la necesita de crear contenidos para almacenar y transportar los líquidos y los alimentos, pero no conocemos de fechas precisas sino que esto sube a tiempos inmemoriales y seguramente se enteraron este por pueblo vecino más avanzado tecnológicamente.
Eran sociedades sedentarios, jerarquizados, que se piensa haber sido dirigido por caciques, a nivel político como religioso. Cultivaban, entre otras cosas, maíz, tubérculos y caña de azúcar, de la que se servían para hacer los techos.
Los historiadores establecieron, con la ayuda del carbono 14 y del termoluminiscencia de núcleo, una cronología en tres fases: la de la " Marrón inciso", de 400 a 800 d.C., el de " Cauca medio ", de 1000 a 1500, a la cual se sobrepone la fase de "Caldas", de 1200 a 1400.
Generalidades sobre la composición, la forma y la decoración de la cerámica
Sabemos que los pueblos andinos no conocían la rueda, y entonces el torno de alfarero tampoco, es pues seguro que los vasos fueron hechos a la mano. En cuanto a los hornos, fueron rústicos y cavados en el suelo. Con el fin de comprender mejor la evolución de la cerámica Quimbaya vamos hablarle de la composición de sus pastas, de sus formas y de sus decoraciones siguiendo la cronología en tres tiempos de los que ya hablamos.

Foto : Vasija para recolectar el sal
Fuentes : http://www.uniquindio.edu.co/uniquindio/
ntic/trabajos/6/grupo1/arqueologia/paginas/grupos
tempranos.htm
« Marrón inciso », 
entre 400 y 800 d.C.

La arcilla utilizada se deriva de yacimientos de la región, que pueden tener muchas diferencias los unos de los otros. Se puede encontrar recipientes hechos con una arcilla extranjera, eso prueba el contacto, y el comercio, con otras poblaciones.
Las primeras piezas son gruesas, brutas, espesas y muy pesadas. Pero bien cocidas y hechas con una arcilla que les dan una gran resistencia y una consistencia notable. Más tarde esta arcilla va a ser mezclada a carbón, arena o otros elementos para darle una mejor plasticidad.
Estas piezas son muy raramente simétricas y se trata sobre todo de taza, de formas diversas pero siempre pequeñas, de jarrones y de copitas.
Los estilos, de la misma manera que las arcillas, varían de un lugar a otro sobre todo cuando se aleja del centro cultural. El cual posee una gran influencia, tanto sobre la cultura Quimbaya misma que sobre los pueblos vecinos.
Las piezas más antiguas no tienen mucho decoración, y veces nunca, porque están allí ante todo para servir de recipientes. Cuando ellas son decorados con la pintura en es negativo de colores blancos, negros y rojo.

« Cauca medio », de 1000 à 1500 d.C.


Cuando la función de los recipientes se extiende a la confección y a la cocción de alimentos, probadas por la presencia de hollín y de carbón que dan un tinte negra a la pieza, siguen de numerosos cambios.
Las piezas quedan espesas y pesadas. La cocción de la pasta demuestra un adelanto en la técnica. Ciertas piezas, destinadas no a la función culinaria pero a la decorativa, parecen más finas, más ligeras, con un mejorado pulido. Los Quimbayas tenían pues los conocimientos necesarios para adaptar la arcilla a la función del objeto fabricado.
Es mientras aparezcan las primeras incisiones, en líneas rectas que descienden del borde superior hasta la base, pero también el sistema de decoración con la ayuda de añadido de cordones de arcilla, que pueden estar colocados alrededor de la pieza o todavía de la misma manera que las incisiones. Un poco más tarde estas técnicas van a ser aplicadas para motivos más diversos, en círculos, en rayados y otras. La pintura positiva viene para añadirse a la pintura negativa, de tintes siempre rojo, negra, blanca pero tan beige. Encontramos vasijas con monocroma pero también con policroma. Los motivos se diversifican, mostrando un gran cambio estético.
La cerámica no es pues, a partir de este período, solamente utilitaria, es también un arte.
Foto : Cuenco con pintura blanca y negra, 1000-1500 d.C., diámetro 9,9 cm, Museo de América, Madrid
Fuente : Ministerio de Educación, cultura y Deporte, España.
Crédito fotográfico : (C) Joaquín OTERO UBEDA
 
Foto : Cuenco, 400-1500 d.C., altura 5,5 cm, diámetro máximo 15 cm, 
Museo de América, Madrid
Fuente : Ministerio de Educación, cultura y Deporte, España.
Crédito fotográfico : (C) Joaquín OTERO UBEDA
« Caldas »,
de 1200 à 1400 d.C.
 
A partir de esta época los alfareros comienzan a utilizar a la técnica del enrrollado, antes fue solamente modelado, para fabricar sus recipientes. Es gracias a este procedimiento que pueden entonces aparecer objetos hechos en varias partes, es decir siluetas compuestas y complejas.
Las decoraciones están en incisiones, cordones, o todavía en mezcla de todas estas técnicas. La pintura también ahora es aplicada además de estos técnica, con monocroma o policroma y con nuevos colores (gris claro, anaranjado, etc). Una nueva técnica viene para añadirse, la de la escisión, a veces combinada a la incisión. De nuevos motivos aparecen también.
Cerámica para la cocción de los alimentos
Se trata sobre todo de objetos comunes, de los que la parte exterior presente manchas de carbón debió a la cocción. Los tamaños pueden variar de muy pequeño a muy grande. Algunos poseen asas perforadas, permitiendo sus suspensión cons la ayuda de cuerdas, con el fin de transportarlos. Son siempre espesos et resistentes. Las primeras vasijas no tenían mucha decoración pero más tarde fueron ricamente decoradas por cordones y por incisiones de toda forma (abstraídas, zoomorfas, antropomorfas, etc) y todas direcciones.
Ciertas piezas, altas, habían sido clasificadas como siendo hechos para la cocción de alimentos, porque conteniendo rastros de carbones al exterior. Más tarde el estudio de sus contenidos, cenizas humanas y a veces restos de huesos, a hecho desplazarlas en las clasificaciones rituales y funerario pero siempre no se entiende bien su función exacta por falta de datos culturales.
Foto : Olla con manchas de carbón. Museo Clara Rojas Peláez. Antioquia.
Fuente : https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhC5VzDtCus7I_gAJPc-kBjHM8z7E9HVg3GKdJJPpvGhMlTUXRlg1_vtzJa1ntjn4PvCnGFp6BF2cw_-Z6FxF12wj-Yi9XgIQgq87qO0qPypGI8IGciK9EyrC3g2EETVQOf9BiZmXpVnaMG/s1600/0036.jpg

Foto : Urna funeraria antropomorfa
Fuente : Revista Cromos, No. 2758, noviembre 02 de 1970
Cerámica funeraria
Los habitantes de la área cultural Quimbayas incineraban a sus muertos, y ponían luego las cenizas en urnas de cerámica, y después de eso ellos los enterraban en hoyos irregulares y poco profundos. Recobramos la presencia de uno o de varios individuos por urnas y hasta, a veces, huesos de animales. Alrededor de esta urna encontramos otros vasos de cerámica doméstica y de la orfebrería. La calidad de la urna y las cerámicas muestran el rango y las características del muerto, seguramente habían formado parte del cotidiano de este difunto.
Además de estos vasos cotidiano podían encontrarse figurinas antropomorfas, mostrando claramente un género femenino o masculino, pensamos que debían representar el difunto, con el fin de reemplazarlo en la vida terrestre mientras que su alma se iba hacia el otro mundo. Esto debía estar reservado para las personas de alto rango, pudiendo permitirse el lujo hacerse representar en arcilla.
Se encuentran también figurinas antropomorfas en posición del loto que, como nos lo desarrollarán más tarde, son asociadas con los dioses.
La cerámica decorativa y ritual
Hablaremos en esta parte de vasijas de la que la utilización pudo ser únicamente de servir de ornamento o de objetos rituales. Son constados en general por una arcilla purificada con el fin de elaborar paredes muy finas. Hay presencia de pintura en el interior como en el exterior, con policroma de negro, ocre, rojo o blanco. Los motivos son extremadamente variados y realizado en pintura negativa o positiva, incluso los dos a la vez. Una de las pruebas que se trata de cerámica influida por la religión es la presencia, a veces, de una rana, un animal sagrado, que parece mirar el interior del vaso como si se cuidarese de eso. De otra vez son figuras antropomórficas que se encuentran por encima de estos vasijas.
Ellos se trata allí de recipientes que sirvieron de elementos votivos o para depositar ofrendas.
Cerámica antropomorfa
Foto : Vasija antropomorfa, 400-1500 d.C., altura 23,5 cm, 
anchura 15,5 cm, Museo de América, Madrid
Fuente : Ministerio de Educación, cultura y Deporte, España.
Crédito fotográfico : (C) Joaquín OTERO UBEDA
Este tipo de cerámica aparece bastante tarde (cuando el animal pierde su importancia sagrada y que el ser humano se vuelve más importante) pero la más importante, y la más conocida, de las cerámicas de la cultura Quimbaya. Hay que decir que la esquematización anatómica es muy impresionante porque con raya simple, que definen los ojos y la boca, lograban mostrar una gran diversidad de las rasgos humanos. Gracias a cierta de estas figurinas se puede deducir los tipos de trajes llevados en la época, y podemos adivinar los conceptos de belleza y de estética de este pueblo.
Las primeras representaciones son bastante brutas pero haga en una arcilla muy bien seleccionada. El acabo es muy rústico pero los colores muy variados. La cabeza es la parte la más trabajada, posiblemente porque es la parte pensante del ser humano. El cuerpo es redondo en general y los brazos y piernas (cuando son presentes) son apenas esbozados. Más tarde las proporciones anatómicas se precisan, son más armónicas y más efectivas. Las rasgos de las figuras son más personales y los brazos y las piernas son mejor modelados. Más tarde aparecen diferentes formas, diferentes posiciones.
Foto : Vasija antropomorfa, 1200-1500 d.C., altura 16 cm, 
anchura 10,3 cm, Museo de América, Madrid
Fuente : Ministerio de Educación, cultura y Deporte, España.
Crédito fotográfico : (C) Joaquín OTERO UBEDA

Los Caciques gazofilacios
El término gazofilacio engloba todas las figuras que presentan una apertura encima de la cabeza, lo que significa la gran mayoría de las cerámicas antropomorfas. Podemos ver sobre piezas un tipo de diadema hecho de pequeños huecos en los cuales seguramente fueron insertadas plumas. Ciertos científicos piensan que servían sobre todo como recipientes para dejar ofrendas o que desempeñaban una función en los rituales.
Foto : Figurilla sedente en posición de loto, 900-1600 d.C., 
altura 23,5cm, anchura 14 cm, Museo de Oro, Bogotá
Fuente : http://www.photo.rmn.fr/cf/htm/CPicZ.aspx?E
=2C6NU04LPVRM
Crédito fotográfico : (C) Joaquín OTERO UBEDA



Las figurillas sedentes
Existen dos tipos de figurillas sedentes: las que son sentadas sobre bancos y las que son sentadas sobre el suelo, en posición de loto.
Las primeras, las más raras, representan siempre a un personaje masculino, llevando la mayoría de las veces una diadema, como aquel del que ya hablamos, y un nariguera torsal. Pensamos que se trata de representaciones de los caciques porque son ricamente ornamentados y muestran una postura digna y autoritaria.
Los segundos pueden representar a hombres, mujeres o ser de un género no determina. En este caso también los hombres llevan la mayoría de las veces una diadema y un nariguera torsal. Son hechos en general con paredes finas pero muy resistentes, con un pulido magnífico y pintados por colores diversos.

Las figurillas « retablos »
Son figurillas hechas una placa de arcilla muy compacta y rectangular con una marca para representar el cuello. Son en general muy pesado. Las rasgos de la cara son hechas de incisiones profundas, los brazos y las piernas son redondos. Algunos llevan a un niño, cuya cara tiene los mismos rasgos que los suyos, sobre el hombro o en los brazos. Existen en todas las tallas, hasta 50cm.

Foto : Escultura antropomorfa, masculino, sedente y con un diadema de hueco, 1200-1500 d.C., altura 30,5 cm, anchura 27,5 cm, Museo de América, Madrid
Fuente : Ministerio de Educación, cultura y Deporte, España.
Crédito fotográfico : (C) Joaquín OTERO UBEDA
Cerámica patológica
Los ejemplares de este último tipo de figurilla antropomórfica primero estuvieron considerados como piezas mal confeccionadas antes de que se dé cuenta que se trata de representaciones de enfermedades diversas. Esto ayuda para hacer una historia de las enfermedades con el fin de comprenderlos mejor pero desgraciadamente no podemos saber para cuales enfermedades este pueblo tenía remedios, los cuales no podía curar, etc... Así podemos encontrar figurillas que muestran hermanos siamés, hermafroditas y muchos de otros.